Este blog forma parte del
proyecto narrativo CUENTAMELO TODO,
bajo la dirección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia de redacción universitaria
del departamento de humanidades, división de ciencias sociales y humanidades de
la universidad autónoma metropolitana-azcapotzalco.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El fin


Llamé al hotel donde se iba a hospedar Alejandro y me dijeron que él y su esposa llegarían al día siguiente. Eso quería decir que se fue un día antes para estar con Paulina.

Al día siguiente, cuando llegué al trabajo Debbie me dijo: “Paulina ha vuelto”. Subí a la recepción y al ver a Paulina sentí un gran coraje. Al verme, saludó.

¾Hola. Lamento haberme ido sin avisar. Me dijeron que fuiste a visitarme. Me siento muy mal.

¾¿Por qué? ¿Te han descubierto? ¿O esperabas que tu plan fuera un gran secreto?

¾No sé qué esperaba. Ni siquiera me puse a pensar en ello hasta que llegué al aeropuerto. Alejandro tenía razón. Se había acabado, y debía dejar que así fuera ¾frunció el ceño¾. Jessica ¿Te encuentras bien?, luces horrible.

¾¿Y cómo me debo ver, al oírte hablar de él de esa manera? ¿Crees que porque  forma parte del pasado ya no importa? Si es así, te equivocas.

¾Pero tú me animaste. No sabía que el matrimonio de Eduardo fuera tan importante para ti.

¾¿Eduardo? ¿El editor? ¿Qué tiene que ver él con esto?

¾Mucho. Es él con quien me veía, de quien te hable el otro día. Pensé que Alejandro te lo contaría.

¾no. Jamás dijo una palabra.

Dicho esto, Salí de inmediato a puerto Vallarta, si no era con Paulina, descubriría con quién diablos está.

Llegue al hotel donde se hospedo Alejandro justo a tiempo. Él estaba en su habitación. En la recepción me indicaron que ocupaba la suite principal, en la primera planta.

Encontré la suite sin dificultad. En el pomo de la puerta colgaba el cartel <<no molestar>>. Abrí la puerta y para mi sorpresa está cedió. La empujé con fuerza y entré. Percibí movimientos, de cabezas que se volvían. Pero solo vi a Alejandro.

¾Hola, Jessica

¾No te atrevas a decirme <<hola>>. Te descubrí, ¿me oyes? ¾Reinó un silencio atónito, luego, escuche el ligero ruido de las sillas. Me di cuenta que había una docena de personas distribuidas en un semicírculo¾.

¾Como pueden ver, damas y caballeros, esto no forma parte del curso. Quizá podamos proseguir mañana ¾Así fue como se retiraron todos¾. Estábamos hablando de las entradas dramáticas. Tu llegada no pudo ser más sincronizada ¾me dijo¾.

¾No te rías de mi, bastardo.

¾¿Me vez divertido? ¿Hace cuanto lo sabes?

¾Desde hace semanas. No finjas conmigo.

¾¿Cómo lo averiguaste?

¾Recibí una carta anónima.

¾¿Puedo verla?

¾No, la rompí y luego la queme.

¾¿Recuerdas lo que decía?

¾Sí, que amabas a otra mujer y la firmaba un amigo. Pudo haber sido tu amante, pero, ¿No te parece de mal gusto?

¾¿Por qué nunca la mencionaste?

¾¿No era esa su intención? ¿O sabías que la había escrito?

¾Sí, lo sabía pero no produjo el efecto deseado.

¾¿Cuál era el efecto que esperabas? ¿Qué les dejara el camino libre?

¾Todo lo contrario. Esperaba que lucharas por mí. Que pudiéramos construir de nuevo nuestro matrimonio.

¾Pero… ¿Qué dices?

¾Sí, esa carta la envié yo. Jessica, sentía que cada día estabas más enfrascada en tu trabajo y que todos nuestros planes se venían abajo. Jesy te amo más de lo que nunca sabrás. Habría hecho esto y más para recuperarte. Lo siento tanto amor.

¾Alejandro, ¿Me dejaste pasar por todo esto?

¾Juro que jamás pensé que llegaría tan lejos. No te culparía si me odiaras. Pero me seguiste Jesy. ¿No significa eso que me amas? ¿Qué aun tenemos algo juntos por lo que luchar? ¾Me dijo, tendiéndome la mano¾.

¾ Oh, Ale, pensé que ya no me querías más ¾le dije tomando su mano y besándolo¾.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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