Este blog forma parte del
proyecto narrativo CUENTAMELO TODO,
bajo la dirección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia de redacción universitaria
del departamento de humanidades, división de ciencias sociales y humanidades de
la universidad autónoma metropolitana-azcapotzalco.

lunes, 5 de noviembre de 2012

¿ya no me deseas?


Era la esposa de Eduardo, Alma, No podía creerlo.

Llegue hecha una furia, exigiendo explicaciones y eso fue lo que obtuve…

Alejandro me dijo que Eduardo había sido transferido a Quintana Roo y en su lugar se quedaría Alma. Cuando me lo dijo quede estupefacta, había hecho el digno papel de la esposa celos.

Cuando acabo la comida decidí retirarme e ir de vuelta al trabajo.

En el trabajo, Paulina me comento que su marido y ella se iban a separar. Que el se iría a París. Que ella de alguna forma se sentía liberada con eso, ya que estaba enamorada de un hombre casado y este le había prometido dejar a su esposa. No supe que decirle así que solo le ofrecí mi apoyo.  Quedamos en cenar en su casa el sábado como despedida de su marido.

El sábado llego, nos alistamos para la cena. Alejandro, vestido con un pantalón  negro y camisa a juego. Yo elegí un vestido que era abiertamente sexi, de crepe negro, con un escote pronunciado. También las  medias eran negras, igual que la ropa interior sinuosa y nueva que me regale.

Cuando baje para encontrarme con Alejandro observe que abría los ojos con repentina intensidad, así que le pregunte:

¾¿Cómo estoy? ¾Le pregunte expectante.

¾Estas… arrebatadora  ¾dijo acariciándome con la mirada. Luego miro su reloj ¾ se hace tarde, debemos irnos.

¾Tal vez podemos llegar un poco tarde

¾Así es, pero no sería muy educado con paulina, que nos espera.

¾Tienes razón, por supuesto ¾repuse con voz frágil después de tragarme mi orgullo.

Algo me decía que tal vez, ya era muy tarde para los dos.

Llegamos a casa de Paulina. Probablemente no era la peor velada a la que había ido, pero se le acercaba. Había tanta tensión en el ambiente que parecía un funeral. Solo que hubo un episodio muy raro.  En una ocasión que fui por café al salir de la cocina encontré a Alejandro y a paulina en una esquina de la sala, muy próximos y hablando en voz baja. Cuando se dieron cuenta que había llegado se acercaron y nos sentamos pero hubo silencios incómodos y la tensión nunca se fue.

Alejandro y yo decidimos irnos a nuestra casa y cuando llegamos le pregunte:

¾¿De qué hablaban Paulina y tú? los vi muy… entusiasmados en su platica

¾Ya lo sabes ¾repuso en tono seco

¾¿Del otro hombre? ¿Te lo conto? ¿Y porque a ti?

¾Si y me comento que le habías dicho que siga sus impulsos, ¿No es así jessy?

¾No exactamente, pero ella hará lo correcto

¾Espero que pienses lo mismo en un futuro ¾dijo y guardo silencio

Estábamos casi discutiendo y lo último que quería era eso

¾Cambiando de tema…. Alejandro quiero la verdad… ¿ya no me deseas?

¾¿Eso es lo que piensas? No podrías estar más equivocada ¾se acerco a mí en dos zancadas y con manos fuertes y ansiosas me atrajo hacia él¾. De acuerdo, te he estado observando, pensando en ti y en lo que haría en cuanto estuviéramos solos.

Me beso con ardor y exigencia, separándome los labios con la familiaridad de la posesión, echándome hacia atrás sobre su brazo para que su boca pudiera acariciarme la larga línea del cuello, mientras con una mano buscaba abrir la cremallera que sujetaba el vestido.

Cuando esta se abrió…  (Continuara)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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