Este blog forma parte del
proyecto narrativo CUENTAMELO TODO,
bajo la dirección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia de redacción universitaria
del departamento de humanidades, división de ciencias sociales y humanidades de
la universidad autónoma metropolitana-azcapotzalco.

domingo, 14 de octubre de 2012

LA CARTA


Ya lo pensé bien… Se las voy  a dar a otro.
Por más que lo pienso y lo pienso, no hay otra solución. Hace tiempo que no me toca, tiene mucho que no hacemos cosas juntos, ya casi no hablamos, pero lo de hoy ha sido lo peor. Esa carta, esa maldita carta; ocho palabras que desequilibraron mi vida de un solo golpe.
Aunque pensándolo bien, quien me asegura que no es una mala broma.  Los dos tenemos nuestro trabajo y nos absorbe mucho tiempo; La agencia va tomando más prestigio, él con sus giras por la aceptación de su primer libro; no nos queda mucho tiempo para estar juntos.
Tal vez mañana podríamos pasar el día juntos, es domingo. El único problema es…  ¿Dónde demonios estas Alejandro? Te prepare la cena, y ¿tú?, ¿Dónde diablos estas?, tendrías que estar aquí trabajando en tu despacho.
Pensé que no tardarías, porque no te llevaste el auto pero eso fue hace más de tres horas.
Está bien, tal vez estoy delirando, por esa maldita carta… pero, y ¿las copas que encontré en el fregadero?, bueno pudo ser que vino Eduardo a comentarle sobre la gira.
Tengo mucho sueño, pero cierro los ojos y esas ocho palabras bailan frente a mí:
tu marido ama a otra mujer”
Un amigo
¿Qué hago con esa carta?... la ignoro o enfrento a Alejandro para ver su reacción… Ya sé: quemare la carta y actuare como si nada, pero estaré en guardia.
Vestida con  un camisón de satén color crema, de sencillez clásica, con el corpiño muy revelador bajo las tiras de los hombros y la parte inferior para que exhibiera una ceñida caída. <<era seductor>>, nunca se presentara una mejor ocasión para probar sus efectos.
Inesperadamente escuche la llave de la entrada, ¡por fin!, había llegado Alejandro. Baje las escaleras a recibirlo, el me vio con cara sorprendida. Lo abrase con un amor y pasión contenida, pero en su abrazo… no había pasión ni amor, había resignación.
Cariño,  hace mucho tiempo que no hacemos el amor, que no me tocas, le dije, acercándome a él de manera invitadora y sexi, lo bese provocadoramente, el me correspondió igual, con uno de esos besos que me hacen volar, inhale su tan familiar aroma masculino, y el… sabes que me dijo él:
“hoy no muñeca, tengo mucho trabajo”
<<Tiene mucho trabajo, suele pasar, no es importante>>, tengo muchas ganas de llorar porque sé que si es importante.
 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

2 comentarios:

  1. Jessica, no puedo leer su blog porque me lastima los ojos. Necesita cambiar la combinación de colores. Es sumamente agresiva.

    ResponderEliminar