Ya lo pensé bien… Se las voy a dar a otro.
Por más que lo pienso y lo
pienso, no hay otra solución. Hace tiempo que no me toca, tiene mucho que no
hacemos cosas juntos, ya casi no hablamos, pero lo de hoy ha sido lo peor. Esa
carta, esa maldita carta; ocho palabras que desequilibraron mi vida de un solo
golpe.
Aunque pensándolo bien, quien me
asegura que no es una mala broma. Los
dos tenemos nuestro trabajo y nos absorbe mucho tiempo; La agencia va tomando
más prestigio, él con sus giras por la aceptación de su primer libro; no nos
queda mucho tiempo para estar juntos.
Tal vez mañana podríamos pasar el
día juntos, es domingo. El único problema es…
¿Dónde demonios estas Alejandro? Te prepare la cena, y ¿tú?, ¿Dónde
diablos estas?, tendrías que estar aquí trabajando en tu despacho.
Pensé que no tardarías, porque no
te llevaste el auto pero eso fue hace más de tres horas.
Está bien, tal vez estoy
delirando, por esa maldita carta… pero, y ¿las copas que encontré en el
fregadero?, bueno pudo ser que vino Eduardo a comentarle sobre la gira.
Tengo mucho sueño, pero cierro
los ojos y esas ocho palabras bailan frente a mí:
“tu marido ama a otra mujer”
Un amigo
¿Qué hago con esa carta?... la
ignoro o enfrento a Alejandro para ver su reacción… Ya sé: quemare la carta y actuare
como si nada, pero estaré en guardia.
Vestida con un camisón de satén color crema, de sencillez
clásica, con el corpiño muy revelador bajo las tiras de los hombros y la parte
inferior para que exhibiera una ceñida caída. <<era seductor>>, nunca se presentara una mejor ocasión para
probar sus efectos.
Inesperadamente escuche la llave
de la entrada, ¡por fin!, había llegado Alejandro. Baje las escaleras a
recibirlo, el me vio con cara sorprendida. Lo abrase con un amor y pasión
contenida, pero en su abrazo… no había pasión ni amor, había resignación.
Cariño, hace mucho tiempo que no hacemos el amor, que
no me tocas, le dije, acercándome a él de manera invitadora y sexi, lo bese
provocadoramente, el me correspondió igual, con uno de esos besos que me hacen
volar, inhale su tan familiar aroma masculino, y el… sabes que me dijo él:
“hoy no muñeca, tengo mucho trabajo”
<<Tiene mucho trabajo,
suele pasar, no es importante>>, tengo muchas ganas de llorar porque sé
que si es importante.
Jessica, no puedo leer su blog porque me lastima los ojos. Necesita cambiar la combinación de colores. Es sumamente agresiva.
ResponderEliminarprof: ya lo hice.Espero ya lo pueda leer. :)
Eliminar